Por ADS nos referimos a la publicidad pagada en diversas plataformas digitales, ya sea en redes sociales como Facebook o Instragram o en motores de búsqueda como Google o Bing. La modalidad más común es la de PPC o pago por clic, la cual consiste. como su nombre lo indica, en que se realiza un cobro por cada vez que el usuario hace clic en los links promocionados. El total de clics equivale a la inversión mensual o semanal, dependiendo de tus objetivos. Se trata de una forma de publicidad orientada a la respuesta directa o a la transacción.
Por su parte, la Optimización para Motores de Búsqueda o SEO (Search Engine Optimization) consiste en desarrollar una serie de estrategias que permiten a los clientes potenciales descubrir nuestros productos a través de la generación de contenido de valor. No se persigue la respuesta inmediata o la transacción sino la exposición y la captación de usuarios a mediano y largo plaza
Si has lanzado un nuevo producto al mercado, trátese de una App, un nuevo curso o libro, es importante lanzar una campaña de anuncios para empezar a vender. De acuerdo al mercadología español, Romuald Fons, es prácticamente un hecho que verás un retorno de inversión positivo al arrancar la campaña, sin embargo paulatinamente habrá descenso en las métricas: la tasa de clics bajará, precio por clic irá a la alza, la competencia se disparará; hasta el punto en que dejes de tener ganancias y te resulte imposible dar continuidad a la estrategia.
Por ello el SEO nunca debe ser olvidado. Para evitar tener que empezar desde cero es prudente siempre desarrollar una estrategia de optimización paralela a la publicidad pagada. Puede que uno se vea tentado a ignorarla o a verla como una pérdida de tiempo, pues es necesario estar generando contenidos de forma constante: invertir sin observar resultados en el corto plazo. Aquí ocurre lo opuesto al caso anterior, los ingresos comienzan abajo, pero poco a poco veremos un aumento en el revenue. Si uno ha sido precavido y preciso al considerar la importancia de trabajar esta estrategia, a pesar de que haya una disminución en las ventas obtenidas por medio de publicidad pagada, los beneficios continuarán de manera orgánica.
Si acabas de lanzar tu producto en el entorno digital con una fuerte inversión en publicidad digital, pero ves que el retorno es nulo o mínimo, lo primero que hay que observar es ¿cuál es tu competencia? Si tu emprendimiento busca un mercado que ya está acaparado, verás que tienes una competencia enorme que mueve millones de dólares en publicidad en todas las plataformas. Promocionar, por ejemplo, una agencia de viajes, implica competir por lugares en los resultados de búsqueda con gigantes como Expedia o Trivago es una misión comparable a subir una piedra inmensa hasta la cima del Everest.
Si este es tu caso, lo que recomienda Romuald es buscar oportunidades, aquellos nichos que no son el objetivo de los grandes enunciantes las cuales, sin embargo representan la posibilidad de lograr ventas. Hay que pensar en aquellos temas que puedan resultar de especial interés al cierto segmento del mercado (en este caso a los turistas), no escribir pensando en vender la reservación o el tiquete para el viaje sino en satisfacer la curiosidad del virtual viajero. Responder por ejemplo a quienes quieren saber: ¿Cuál es la distancia entre la ciudad de México y Teotihuacán? ¿Cuál es la mejor pizza artesanal en Ciudad de México? ¿Qué museos debo visitar en Ciudad de México?. Escribes una artículo de blog, amena, interesante, bien informada, enriquecedora y plantas un par enlaces que apunten a la página de ventas. Claro que un solo artículo no te generará montones de conversiones, pero de que logrará los objetivos los logrará, además de que no te quedarás pasmado sino que publicarás de forma constante y por tanto multiplicarás los resultados.
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